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Un día con la Falta y Resto: De feminismo, murga y renacimientos

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Por Miguel Fauré Polloni 22 de febrero de 2018 De murgueros y tumbas Los pórticos del  Cementerio General  amanecieron luminosos y disfrazados de multicolores banderas. El silencio sepulcral de la Plaza de la Paz se ve interrumpido por el resonar de tambores, carcajadas y el “aló, uno, dosss” de las pruebas de sonido. La necrópolis más importante del país se colmaba de visitantes sonrientes, policías histéricos y el eco de melodías exóticas. Estamos en  Festival Womad , versión local del encuentro multicultural ideado por  Peter Gabriel . Santiago de Chile, al mediodía, arde a más de 30 grados. El aire seco es una lija sobre la piel. Mas nada les borra la sonrisa a un puñado de uruguayos que a esa hora se sube a uno de los escenarios a probar el audio. A lo lejos, tomándose fotos graciosas junto a unas esculturas de monjes, diviso a  Camila Sosa  y  María José Hernández . Dos de las seis mujeres que componen hoy la murga de las cuatro estaciones. Majo me guía hacia la trastienda del es

Magdalena Montero (ASPERgirls): «Los asperger somos personas leales, directas, no sabemos mentir»

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  En la reciente marcha por el Día Internacional de la Mujer, un grupo llamó la atención. En su lienzo se leía: «Mujeres en el espectro autista presentes!». Agrupadas en  «ASPERgirls» , han puesto en el tapete la doble discriminación que sufren las niñas y mujeres que conviven con TEA. Conversamos con  Magdalena Montero Neira , una de las fundadoras del colectivo. Por Miguel Fauré Polloni 22 de marzo de 2019     Magdalena en la Marcha por el #8M   Magdalena tiene 26 años, es diseñadora y educadora Waldorf. Posee un enorme talento creativo que lo canaliza a través de las artes visuales, las manualidades y la música. Desde muy pequeña ha sido una activista en proyectos que buscan despertar una empatía que trascienda cualquier diferencia humana. Sensibilidad que nace del dolor que le provoca un mundo violento y segregador, bajo esta extraña dictadura de la «normalidad» en la que estamos insertos. A los 25 descubrió que estaba a ese lado del espectro, lo que le motivó a salir a encontrarse

Lorena Herrera (Filósofa y dramaturga): «La infancia es un modo de vivir, de pensar, de asombrarse»

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L orena Herrera Phillips es filósofa, dramaturga y docente. Fue en la Universidad de Chile donde se organizó con otras compañeras para investigar la estrecha relación que existe entre la Filosofía y las niñas y niños. Quisimos conversar con ella sobre «este territorio de la infancia» al que -nos señaló- podemos regresar si dejamos de pensar en un tiempo cronológico lineal y pasamos a uno circular. Por Miguel Fauré Polloni     -Señalas que la filosofía es una experiencia de asombro, de  sabor por el saber , ¿por qué los niños pueden conectar con eso más allá de su edad? En el fondo, ¿cómo un niño hace filosofía?   La pregunta es buena porque nos lleva a algo importante y profundo, y es “el lugar» de la Filosofía. La cultura occidental, patriarcal, post Sócrates, instauró esta separación de la Filosofía y la infancia. ¿En base a qué? Al principio de razón de los griegos que pertenecían al llamado Siglo de Oro. Pero antes no era así, Heráclito -un filósofo presocrático al que llamaban “El

Darío Sztajnszrajber en siete temas: «No hay nada natural, todo es político»

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  Darío quiso abrir la cancha para la filosofía. Comenzó sacando a sus alumnos del aula, ganándose la reprobación de las autoridades del liceo. Caminando, sabía, las ideas se oxigenan. Luego, no tuvo ningún asco en probar con los medios. Bilardista como es, apostó a ganar como sea. Creyente de que no hay un «afuera» del sistema, se metió en su corazón y le habló de frente a la cámara. Golazo. Se había convertido de pronto en una especie de rockstar de la filosofía. Miles de reproducciones en youtube, teatros repletos para escucharle mezclar a Foucault con Spinetta, libros en el top ten de ventas. Pero a lo Estudiantes de La Plata, Darío no se compra el triunfo, porque sabe que siempre es parcial. Que hay que cuidar el resultado: entonces juega pausado, tantea al rival, espera el minuto ’90. Tanto en el fútbol como en la vida, el último pitazo no perdona. Fin del partido. Uno a cero. Paternidad y Feminismo   -Has sido uno de los más fervientes defensores de la revuelta feminista, ¿cómo